Familia: Betulaceae
Género: Betula
Especie: Betula alba L.; Betula pubescens
En Galicia las ramas jóvenes suelen tener glándulas resinosas más o menos abundantes.
Aspecto: Árbol de hoja caediza, de crecimiento rápido, puede llegar hasta los 20 m, corteza lisa, de color blanquecino y en la base toma un color amarillento o parduzco, corteza resquebrajada; las ramas jóvenes pueden tener pelillos y también como unas vesículas amarillentas resinosas que también tienen las hojas al nacer.
Hojas: Simples, pecioladas, alternas y caedizas de 4 a 6 cm x 3 a 5 cm, cuneiformes o truncadas en la base, agudas en el ápice y base simétrica, dentadas de forma irregular y doblemente aserradas (tiene dientes pequeños entre los largos). Cuando nacen pueden tener pelillos y se vuelve lampiña al crecer, estos pelos permanecen en las axilas de los nervios, son verde oscuro en verano y se vuelven amarillentas antes de caer.
Flores: Las olorosas flores son hermafroditas (tienen ambos órganos sexuales, masculinos y femeninos), son polinizadas por el viento, nacen en abril. Las masculinas en amentos que salen antes que las hojas y cuelgan (1-3) al final de las ramas, tienen dos estambres con los filamentos bífidos. Las femeninas solitarias, colgantes que permanecen largo tiempo.
Fruto: Tiene forma de nuez lenticular con dos alas membranosas. Las semillas maduran desde agosto a septiembre.
Hábitat y aplicaciones: Abundan en riberas de ríos, arroyos y laderas húmedas, en suelos ácidos y sueltos, aguanta intensos fríos. La madera es buena para quemar y para hacer carbón, las hojas y la savia son diuréticas.
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